Los pedazos de mi padre

Ahi the deje bajo la sombra de corrientes
entre pesuñas de bueyes y pastos babosos,
ahí donde siempre quisiste terminar cuando sonreias a caracoles chapoteando a la orilla,
y tu cara se iluminaba respirando lentamente el sol enhebrado en el viento.

Cada año regresábamos al mismo lugar,
como arrieros tras un mapa bucanero donde el tesoro era la cruz donde el camino estaba roto.
así fuera gris el día con el aire lleno de lluvia
no te importaba pues la libertad era tuya… siempre la misma
y domabas mariposas con tus dedos gordos
y arponeabas lobinas adormecidas por los susurros de corrientes
y prendías fuego a un lado
y al otro calentando tortillas y langostinos
ahí fue pues.
donde todo quedara después de que el humo dejara tus huesos en un rincón.
ahi en una corona larga hecha de aguas y raíces
tu rio,
tu vida,
tu guarida,
tu despedida.

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