Algarabía en un lugar sin memorias
Despierto con los sonidos agudos de metales molestos
de trabajar con el herrero
Es siempre extraño pues pienso es un sueño
La lógica me empuja marcada por papeles que no he tocado por prisas urgentes
un alimento para el metro
un aroma para el sudor desatento
unas telas para cubrirme de juicios ajenos
una luz portable para pasar el día en desacuerdo
unas sandalias gruesas para el camino con quien comparto un boleto
levanto pienso acelero,
Los sonidos ya no metalizan pero se vuelven mas agudos y rebotan en cada esquina
Sigo corriendo revolviendo puertas sin olvidar mi arma favorita.
mi protección, mi amiga
una pistola alargada de burbujas
y unas lupas para ajustar la mira, mira…
miro adentro,
arrojo un bostezo.
Así siempre empiezo
sin corbata,
sin malicia,
como una pecera vacía
llena de ausencias que nadan fuera de si mismas,
y esperan mi retorno cada día
de una ciudad,
de una mentira.