Batalla adentro
Ayer tuve un sueno seguido por una pesadilla,
un tsunami negro arrastraba una pequeña multitud en una playa. recuerdo bien, era de noche y olía a sal mientras el agua cerraba su manto sobre nosotros.
Por alguna razón estaba en un pueblo costero. no fue hasta el siguiente día donde empapado y cansado caminaba por una calle empedrada cuesta arriba.
llegué al hotel y entre a mi habitación lleno de rojo, donde mi hermana arreglaba las camas con flores amarillas.
me detuvo y me miro con curiosidad – y John? – me pregunto
Perplejo sentí como la sangre se me paraba de golpe y entendí que John estaba en la playa, estaba conmigo la noche anterior salí corriendo buscando la playa.
Al llegar a la orilla note construcciones a mi izquierda. las cuales estaban abiertas a la mitad. Como si fueran una lamina de anatomía. Mostrando una disección casi perfecta. La mitad ausente fue reclamada por las oscuras aguas. Lo que quedo eran solo ruinas. Fue como mirar un hormiguero enlatado en vidrio donde personas caminaban confundidas como tratando de hablar a si mismas.
A mi derecha la humedad ocultaba el horizonte en una niebla mañanera. A la distancia la playa se extendía por kilómetros cubierta de cuerpos alineados. algunos semienterrados entre la arena y el gentil va y ven del las olas. los rostros se dibujaban a través de un paño empapado de arena y el llanto espumoso del agua. quise reconocer uno de los rostros. Hincado en su pecho ya sepultado por las olas no pude recordar si el era John o era yo tendido en la playa.